domingo, 11 de septiembre de 2016

Fin del descanso

Cuando el descanso llega a su fin, una persona vuelve a necesitar viejas costumbres, entre ellas, escribir. Ya pasó el calor sofocante y la vida da algunos vuelcos(tan buenos como malos), cambios, momentos vividos, que de alguna manera uno ha de expresar, ya sea inventando textos ficticios, retomando viejos textos a medio terminar, camuflando reales o escribiendo sueños pasados y futuros.

Yo imploro a las musas que sean benevolentes conmigo y no dejen quedarme sin inspiración, aunque ya sabemos cómo son ellas, tan libres y caprichosas como el viento del mar. Espero que estos vientos sean lo suficientemente fuertes para que el mar no esté en calma, ya que bien es sabido que nunca un mar en calma pudo hacer buenos marineros, pero que no sean tan fuertes como para tirarme de mi pequeño cascarón de nuez donde navego.

Y aquí os dejo querido lectores, escribiendo bajo una vela y pluma, de manera simbólica, mis pequeñas ideas, experimentos y sueños que aparecen cuando viajo al mundo onírico, donde decido tomar la píldora roja y el gran Morpheo me quiere llevar al fondo de la madriguera cual Alicia.
Saludos

jueves, 30 de junio de 2016

determinación

Entre motas de polvo, buscando la determinación se que te hayas, dudando de cada cosa que has vivido, dudando de tus sentimientos, de la distancia del camino por recorrer, ya sabes que es difícil de entender. No es ningún sueño, tampoco un rumor del mar, ni los gritos del viento. Sólo es el miedo de salir de tu zona de conford, esa que te hace sentirte como una niña pequeña perdida en el laberinto del minotauro. Pero tu eres tu propia leyenda, la que estan forjando tus pasos, así que ven y muestrate ante mi, saca esa fuerza necesaria de tu interior y grita, no lo cayes, grítalo fuerte, te quiero escuchar desde aquí, desde la distancia:"Yo soy mi futuro y mi presente". Nadie más que tu lo puede hacer, porque solamente tu eres la que talla la escultura de tu vida. Así que no tengas miedo al destino y grita:"Yo soy mi futuro y mi presente".

miércoles, 15 de junio de 2016

Reconciliación

-¿Quién eres? No te conozco, aunque me resultas familiar. Llevo 5 minutos mirándote sin pestañear y sé que me quieres decir algo, pero no te atreves, o igual me lo estás diciendo pero no te entiendo. Creo que te recuerdo, te vi hace mucho tiempo, tenías ojeras bien pronunciadas y cansancio en la mirada. Como envejecido y maltratado por el tiempo, en cambio ahora estás sonriente y descansado, como si la vida te hubiera dado una oportunidad y la felicidad hubiera rellenado tu ser. ¡Ah! Ya se quien eres, tu has sido mi peor enemigo durante mucho tiempo, me has desgarrado el alma y me devoraste el corazón, haciendo que tomara decisiones equivocadas. Sí, eres tú, no hay duda, el que me ha llevado por el camino fácil muchas veces, aunque este me destruyera hasta no ser más que polvo liberado contra el viento. Pero ahora te veo con otra actitud, creo que me quieres ayudar, siento que quieres que te regale una sonrisa, para que me la puedas devolver. Pienso que has crecido, valoras la piedra aunque esta te haga más duro el camino. Voy a volver a confiar en ti.

Y dejé de mirarme al espejo.

sábado, 11 de junio de 2016

Silencio

Silencio gritaba mi voz entre palabra y palabra. Silencio por mí, silencio por vos. Silencio que no me deja conjurar vocablos.
Has hablado demasiado,pero muchas veces sin decir nada. ¡Callad!, no hay nada que decir cuando una alma está fracturada. O quizá no pida silencio, si no más bien palabras, palabras que he leído, lectura que reconforta el alma, pero  ¿dónde quedarán esas palabras cuando el otoño haga caer las hojas?, ¿dónde quedará todo cuando el sol se ponga?
El tiempo, sólo él tiene la respuesta, su paso lento e imparable hace que cada momento siga el anterior. Eso necesito, vivir el tiempo que me lleve de un suspiro al siguiente. Sentir la brisa como acaricia mis mejillas, sentir como un bálsamo cura mis heridas.

viernes, 10 de junio de 2016

El jarrón

Ciento cuarenta marcaba el velocímetro del Golf azul, en plena autovía con dirección Zaragoza, allí estaban Juan y Fran, disfrutando de la velocidad mientras cantaban a viva voz las canciones de la radio.

Después de dos horas conduciendo decidieron hacer una parada en una estación de servicio con forma de Torreón y un bar estilo años 70 españoles.
Fran se acercó a esa barra metálica, un poco sucia después de pasar tantos viajeros.

-Yo quiero un café con leche y ponle un bocata de jamón a mi amigo con una cocacola.

Se sentaron ambos en la zona central del comedor y allí empezaron a charlar.
-Fran no sabes lo que necesitaba esta escapada.
-Yo también, me cansa un poco mi trabajo y el día a día.
-Necesitaba salir de esa jungla de asfalto y pensar en cosas.
-¿Qué cosas piensas?
-En el mito del jarrón.
-Mmm, cuentame
-Esto era una vez un niño, que jugando en casa, sin querer o queriendo, tira un jarrón al suelo.
-¿El jarrón era caro?
-Eso no importa, lo que importa es que este se rompió en mucho pedazos y el niño fue llorando a su madre:"Mamá mamá el jarrón se ha roto". Su madre en vez de regañarle, le dijo al niño que le pidiera perdón al jarrón para que este le perdonara. El niño volvió donde estaba los fragmentos y así lo hizo, pero después la madre le dijo :" hijo el jarrón te ha perdonado, pero míralo bien, aún perdonándote sigue hecho pedazos, esto no se arreglará sólo pidiendo perdón"
-Entonces ¿cómo se arregla?
-Cogiendo pegamento y mucha paciencia, y aún así quedarán pequeñas grietas, que se tendrán que tapar con masilla para después volver a pintarlo.
-Eso es mucho trabajo, no es mejor comprar uno nuevo.
-No si quieres conservar el viejo y quieres redimirte cuando has hecho daño. Es verdad que si no tiene valor es mejor desecharlo, pero si tiene valor, yo creo que vale la pena dedicarle tiempo y esfuerzo a arreglar el desperfecto. Es cierto que nunca volverá a ser el mismo jarrón, pero puede ser mucho mejor si le dedicas todo lo necesario.
-Y todo esto ¿a qué viene?
-Pues que ya veremos que ocurre.

lunes, 6 de junio de 2016

Pandora

Y allí estaba yo, tomando una copa tras otra. No me acompañaba nadie salvo mi soledad.

Todo había terminado, como siempre terminan las cosas, a medias y mal.

Yo siempre había intentado mediar palabra con mi interior, había conocido mi consuelo de no estar consolado, pero nada de eso valió ahora. Como nada de eso vale en este momento, porque así son estos momentos, grises y turbios.

Y pensar que yo la he amado, compartiendo momentos y miradas cómplices. Maldita locura del amor, ¡yo te maldigo!, por tus palabras, por tus gestos, por las emociones.

¿Qué quedó de mi?, salvo una cáscara vacía, que al abrirme salió volando todo por los aires.

Cada día a tu lado fueron navajas en mi piel, aunque sintiera el bálsamo de la felicidad.

Enfermé a tu lado, debido a tu desdicha, la locura apareció de tu mano volviéndose loco a cada instante. Gastaste mi dinero como si tuyo hubiera sido, empeñando hasta mi mismísima alma. Me golpeaste hasta caer rendido por tu indiferencia y yo me mantuve en pie como pude. Más la comida me la quite de mi boca para alimentar te y mi piel ya tocó mis huesos.
Y que queda en esta cáscara vacía:"la esperanza de sonreír cada día"

domingo, 29 de mayo de 2016

Rubia de la cuarta fila

Mientras escucho Sabina, me recuerda al día en que te vi Rubia de la cuarta fila, cerca de las escaleras, de un gris lugar. Me fijé que todavía eras joven, un brote verde, aunque tus ojos no decían cual era tu edad.

¡Todavía tenías que crecer!, pero no crecer como crecen los árboles, tu deberías crecer como los pajaros, sin mirar atrás, ocurriendo en cada momento lo que tenga que pasar. Como la pequeña semilla que se deja llevar por el viento de su destino. 

No seas tan nostálgica, lo que nunca sucedió es porque no debería haber ocurrido.

Tu lejos de la madurez, yo no tanto, y aunque leas este texto, no sabrás quien soy. Pero igual recuerdas que al cruzar tu dulce mirada con mis gestos aburridos, tus ojos tiernos con mis profundos abismos, me di cuenta por un momento, que sabríamos querernos como es debido, sin todavía habiendonos querido nunca.

Solamente por la mancha brillante en mis ojos, sentistes que te daré mi sueño y mi sustento, mi dolor y mi alegria, mi aburrimiento y mi pasión, solamente a cambio de tus besos y un poco de simpatía.


Quizás al cabo de los años estaremos siendo dos adultos aburridos mirándonos en el espejo, viendo como nuestra vida sigue, seguramente sin sentido. Pero jamás te preocupes, te habré dado alegría, un millón de sentimientos y tú, mi cielo, terminarás sabiendo que nunca renunciaría a morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres, porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren.